13 Dic La carga aérea y sus vicisitudes – que no cesan –

Jumbo carguero de Lufthansa
Hace ya más de 50 años que como profesional del sector inicié mi singladura en la carga aérea con la compañía Lufthansa, y recuerdo que estar presente en el primer vuelo del Jumbo Carguero que partió de Frankfurt fue todo un acontecimiento a nivel mundial. Como consecuencia, tuve la oportunidad por indicación de Lufthansa de viajar por las principales ciudades españolas para «enseñar» a los agentes sobre «como rellenar» los nuevos Airwaybills.
La profesionalización personal me obligó a introducirme en los campos: marítimo, carretera y ferrocarril como ejecutivo de diversas empresas del sector con vistas al multimodalismo cuyo futuro ya estaba cercano.
Hoy quiero referirme como síntesis a las denominaciones: Centros o Terminales de Carga Aérea. Globalmente existen 16, enunciados más o menos por orden de partida: Los 3 grandes: Madrid, Barcelona y Valencia; seguidos de: Las Palmas de Gran Canaria, Tenerife, Palma de Mallorca, Zaragoza y Vitoria y por último: Alicante, Sevilla, Málaga, Coruña y Vigo.
En este sentido, no tengo más remedio que constrastar la situación de los Terminales de Carga Aérea con la situación de las plataformas ferroviarias.
Desde hace 10/15 años las inversiones han sido más bien desconocidas y debido a la crisis desde 2007, decenas de agentes de carga aérea/transitarios, han ido saliendo de los Terminales por inanición y excesivos costos más que privativos. Para las compañías aéreas en general, la «carga aérea» siempre significó «un problema» y en gran medida sigue ocurriendo. Políticamente solo importa el pasaje (personas) y que gracias a las nuevas tecnologías de gestión de los agentes, la carga aérea de hoy, es decir, «las operaciones de cara al cliente» funcionan.
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